Autor/a: Kiera Cass
Año de publicación: 2013
Género: Distopía, Juvenil, Romántico
Serie: "La Selección" 2/4
Páginas: 224
Calificación: (3/5)
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Sinopsis: De las treinta y cinco chicas llegaron a palacio para competir en la Selección. Todas menos seis han sido devueltas a sus hogares. Y solo una conseguirá casarse con el príncipe Maxon y ser coronada princesa de Illea.
America todavía no está segura de hacia dónde se inclina su corazón. Cuando está con Maxon, se ve envuelta en un romance nuevo y que la deja sin aliento, y ni siquiera puede imaginar estar con nadie más. Pero cuando ve a Aspen en los alrededores de palacio, los recuerdos de la vida que planeaban tener juntos se agolpan en su memoria. El grupo de chicas que llegaron a palacio se ha visto reducido a la Élite de seis, y cada una de ellas va a hacer todo lo posible por ganarse a Maxon. El tiempo se acaba y America tiene que tomar una decisión.
Sin embargo, cuando ya cree que ha llegado a la conclusión definitiva, un suceso devastador hace que se lo vuelva a plantear todo de nuevo. Y mientras lucha por averiguar dónde está su fututo, los rebeldes violentos que quieren derrocar la monarquía se hacen cada vez más fuertes y sus planes podrían acabar con cualquier aspiración que America pudiera tener de un final feliz.
Opinion Personal
Empecemos en que no me gustó tanto como el primer libro. Fue decepcionante, esperaba que quedara encantada como con La Selección, pero no fue así del todo. Fue muy diferente la experiencia entre ambas, pero solo voy a hablar de esta.
Me pareció que América estaba pasada de nervios. Comprendo lo de Marlee, pero ya estaba así desde antes. Esta demasiado indecisa para mi gusto, "si", "no", "te amo", "te odio", "quiero a maxon, pero te amo a ti", "te amo pero no estoy segura", "¿podré ser princesa?", "Kriss será mejor princesa que yo". Creo que debería definirse antes de que se quede sin ninguno de los dos (aunque por lo que veo, Aspen no piensa dejar de luchar). Es mucho jugueteo y los chicos no son juguetes, tienen sentimientos. Por supuesto, llegó el momento donde Maxon le dejó en claro que la echaría si no se lograba decidir. Me encantó que alguien la parara, porque sino no se sabe dónde iba a terminar (pobre América, siento un poco de lástima). Igualmente, me puse muchas veces en el lugar de ella y reconozco que hubo situaciones difíciles donde si, no sabia a quien escoger.
Dejando la histeria de América, el libro me encantó. Estuvo lleno de momentos culmines donde pasaron MUCHAS cosas. Aunque los únicos que voy a desear estar en su lugar fué en la fiesta de Halloween y cuando estuvieron en el refugio durante el último ataque. En esa situación, donde Maxon le cuenta lo que le hacía su padre y prácticamente ESTABA LLORANDO. Lo que pensaba era: "Ay, no, no, no, no, no", "No, mi vida", "Tiene razón, todo es culpa de ella", "Yo lo quiero curar", "Ojalá no se termine nunca", "Que ganas de ser Mer!".
Vayamos a los detalles. La situación de Marlee. ¡Oh My God! fue lo primero que pensé. No podía creer que estuviera con el guardia. Pense en que le hubiera pasado a América si la hubiesen encontrado con Aspen y me sentí un poco aliviada, aunque culpable. En el momento de los azotes, donde ellos se decían ¡Te amo! y cosas como esas que te hacer llorar (en mi caso), no podía soportarlo. Tuve que dejar de leer cinco minutos antes de retomar la lectura y relajarme. Estaba súper tensa. Cuando le dijeron que iban a pertenecer a la casta numero ocho, pensé en la promesa que se habían hecho entre America y Marlee.
"—Prométeme que, aunque me case con un Ocho miserable en un callejón perdido, estarás ahí. —Ella me miró con incredulidad, como si estuviera segura de que eso no pasaría nunca.
—Aunque sea así. Lo prometo.— No me pidió que le hiciera una promesa del mismo estilo, por lo que, una vez más, me pregunté si no habría otro Cuatro esperándola en su casa."
Cuando se llevaron a America pensé que le harían algo. Mínimo echarla del palacio, tenía muchísmo miedo. Pero por suerte no le hicieron nada.
Otro de los acontecimientos importantes para mi, que no duro mucho, fue cuando Maxon le mostró el escondite de Marlee. La alegría era tanto como la de Mer.
En fin, me parecio que fue muy indeciso con respecto a las emociones, pero aún así me encantó las situaciones límite que agregó Kiera y de tensión entre la élite.
Me pareció que América estaba pasada de nervios. Comprendo lo de Marlee, pero ya estaba así desde antes. Esta demasiado indecisa para mi gusto, "si", "no", "te amo", "te odio", "quiero a maxon, pero te amo a ti", "te amo pero no estoy segura", "¿podré ser princesa?", "Kriss será mejor princesa que yo". Creo que debería definirse antes de que se quede sin ninguno de los dos (aunque por lo que veo, Aspen no piensa dejar de luchar). Es mucho jugueteo y los chicos no son juguetes, tienen sentimientos. Por supuesto, llegó el momento donde Maxon le dejó en claro que la echaría si no se lograba decidir. Me encantó que alguien la parara, porque sino no se sabe dónde iba a terminar (pobre América, siento un poco de lástima). Igualmente, me puse muchas veces en el lugar de ella y reconozco que hubo situaciones difíciles donde si, no sabia a quien escoger.
Dejando la histeria de América, el libro me encantó. Estuvo lleno de momentos culmines donde pasaron MUCHAS cosas. Aunque los únicos que voy a desear estar en su lugar fué en la fiesta de Halloween y cuando estuvieron en el refugio durante el último ataque. En esa situación, donde Maxon le cuenta lo que le hacía su padre y prácticamente ESTABA LLORANDO. Lo que pensaba era: "Ay, no, no, no, no, no", "No, mi vida", "Tiene razón, todo es culpa de ella", "Yo lo quiero curar", "Ojalá no se termine nunca", "Que ganas de ser Mer!".
Vayamos a los detalles. La situación de Marlee. ¡Oh My God! fue lo primero que pensé. No podía creer que estuviera con el guardia. Pense en que le hubiera pasado a América si la hubiesen encontrado con Aspen y me sentí un poco aliviada, aunque culpable. En el momento de los azotes, donde ellos se decían ¡Te amo! y cosas como esas que te hacer llorar (en mi caso), no podía soportarlo. Tuve que dejar de leer cinco minutos antes de retomar la lectura y relajarme. Estaba súper tensa. Cuando le dijeron que iban a pertenecer a la casta numero ocho, pensé en la promesa que se habían hecho entre America y Marlee.
"—Prométeme que, aunque me case con un Ocho miserable en un callejón perdido, estarás ahí. —Ella me miró con incredulidad, como si estuviera segura de que eso no pasaría nunca.
—Aunque sea así. Lo prometo.— No me pidió que le hiciera una promesa del mismo estilo, por lo que, una vez más, me pregunté si no habría otro Cuatro esperándola en su casa."
Cuando se llevaron a America pensé que le harían algo. Mínimo echarla del palacio, tenía muchísmo miedo. Pero por suerte no le hicieron nada.
Otro de los acontecimientos importantes para mi, que no duro mucho, fue cuando Maxon le mostró el escondite de Marlee. La alegría era tanto como la de Mer.
En fin, me parecio que fue muy indeciso con respecto a las emociones, pero aún así me encantó las situaciones límite que agregó Kiera y de tensión entre la élite.
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